Tuvo una familia para la época pensante de Bogotá, pero su mamá lo concibió con su pareja que era un Coronel del ejército, eso era un escándalo para la época, eso no lo podía saber nadie. Entonces a ella la mandaron para Facatativá diciendo que estaba en Francia y a él lo entregaron a una señora que se llamaba Carolina y el señor Alejandro Bernal. La señora Carolina era sumamente estricta y brava, le pegaba, pero el entorno de mi papá fue bueno. Él iba a reunirse con los primos hasta que se enteró que la señora Carolina no era su madre.
Él tomo la decisión de irse de la casa, porque la señora Carolina lo maltrataba mucho, hacia Guaduas donde un familiar, Carlos Silvestre, pero él se aburre allá y toma la decisión de irse nuevamente. Entonces a esa edad empieza una ruta que prácticamente es la misma de Bolívar por el río Magdalena hasta llegar a Cartagena.
A la edad de diez o doce años trabajó con un señor haciendo helados y el señor Juan le pagaba lo correspondiente. Con eso pudo viajar con un amigo y llegaron a Barranquilla, en Barranquilla estuvo vendiendo queso y bocadillo. Luego, salió de Barranquilla a Cartagena y se enroló en una unidad militar para lavar la loza allá, donde un oficial del ejército le dio la mano y lo ayudó porque él era muy joven para entrar al ejército. Entonces él vino entrando al ejército como a los 16 o 17 años.
Ahí es cuando él decide ser parte del ejército, ya tenía dinero, pero tuvo una circunstancia de pérdida de dinero y de trabajo que lo hizo ingresar al ejército.
Carlos estuvo en el Batallón de Artillería “La Popa”, llega a Bogotá y estuvo en la Escuela de Caballería con el batallón. Él estuvo vario tiempo entrenando antes de irse para Corea con el Cuarto Batallón Colombia.
Ellos salen y les dieron un día de descanso en Puerto Rico. Debían a cierta hora presentarse en el buque, pero él y un compañero se quedaron, fueron los únicos dos que se quedaron. Los capturó la policía militar norteamericana y los llevaron detenidos en un buque hasta Hawái. Sin embargo, hubo algunos elementos que lo beneficiaron a él porque terminó en una unidad militar de los Estados Unidos antes de volverlo a entregar a las autoridades militares colombianas.
Ya estaban en Corea cuando solicitaron personal experto en cosas, él habló que sabía caligrafía, fotografía y otros. Por lo que, él estaba encargado de los checkpoints o puntos de control/chequeo. Ósea que él tenía que estar en las trincheras avanzadas identificando y haciendo los planos para las coordenadas.
Él fue soldado destacado y cuando llegaron a Colombia él estuvo en la Casa de Nariño, antes llamado Palacio de San Carlos, en la ceremonia de regreso en la que seleccionaron a algunos soldados para estar con el presidente de la república y le ofrecieron entrar como suboficial, pero decidió que no.
Fuente: entrevista a Orlando Pulido, hijo del veterano Carlos José Pulido Téllez.