Félix Jacinto era un estudiante en Bogotá que en 1948 se presentó para ingresar a la Armada Nacional. Cuando estaba haciendo un viaje de representación en Argentina, los oficiales hicieron el llamado a participar y alistarse para ir a Corea.  En Colombia no hicieron un entrenamiento puntual para la guerra, todo el entrenamiento sucedió en San Diego (CA) con una duración de 6 meses. 
 
Félix Jacinto consideraba la vida en la Armada como un hecho de su vida normal, donde cada quién se ocupaba de su puesto en el A.R.C. "Almirante Padilla".  Nunca hubo una discusión fuerte entre los tripulantes del buque, simplemente recuerda el compañerismo. Nunca llegaron a desembarcar en Corea, únicamente hacían sus misiones de guerra con ataques a las costas que estaban por encima del Paralelo 38 y regresaban a su centro de operaciones en Japón. Aunque el entrenamiento podía ser muy laborioso, nunca dudó en abandonar sus deberes y los realizaba de la mejor manera posible. 
 
Lo que más se acuerda fue de un bombardeo que tuvieron cerca de la península, el ataque fue tan fuerte que incluso ellos no sabían cuales habían sido los resultados a primera vista. Él nunca sintió temor alguno de participar en la guerra, ni siquiera en ese fuerte ataque.  En términos generales, solamente se podía imaginar el enemigo, él nunca vio a ninguna figura directamente de a quiénes estaban atacando. 
 
Después de su misión en Corea, partieron por última vez a Japón - Hawái - Panamá y finalmente llegaron a Cartagena. Le gustaba tanto la vida militar que continuó por otro tiempo en la Armada. En el muelle en Cartagena su familia lo recibió, al igual que a todos sus compañeros. Desafortunadamente, el veterano siente que su trabajo fue olvidado. 
 
"Colombia siempre ha sido muy solidario con todos con sus dificultades, hay que saber valorar la solidaridad internacional que Colombia ha tenido con el mundo". 
 
Fuente: entrevista al veterano Félix Jacinto Díaz Mateus.