UNA GUERRA DE MÚLTIPLES MEMORIAS

EN LA PENÍNSULA POR MAR Y TIERRA

Luego del intenso viaje por el Océano Pacífico, el Batallón Colombia desembarcó en territorio coreano. En medio de la emoción y el desconocimiento, los jóvenes arribaron a Busán, puerto estratégico de las Fuerzas de Naciones Unidas.

En medio del paisaje árido y estéril de la guerra, los jóvenes soldados fueron trasladados en tren al que sería su campamento base, previo su ingreso formal al campo de batalla. Admirados por la logística del Ejército estadounidense, que incluía además de ropa y comida, un sistema de correspondencia, los miembros del Batallón enviaron conmovedoras cartas y mensajes por radio a sus familias antes y durante su desempeño en Corea.

Los contactos con la patria ausente que permitía la radio y el correo fueron  importantes incentivos para el desempeño de duras pruebas para el Ejército y la Armada colombianas. En tierra, el Batallón participó entre otras en las batallas Bautismo de Fuego (07/08/1951), Cerro 400 (21/05/1952), Cerro 180 (10/03/1953), y la recordada Monte Calvo u Old Baldy (23/03/1953). La Armada, realizó 0constantes labores de patrullaje y limpieza de minas en las costas de la península coreana

Tienda de campaña. Cortesía FunveCorea

Misiles. Cortesía Dirección Historia Naval

Mensajes a la patria ausente

Saludos desde Corea Batallón Colombia [Greetings from Korea Colombia Battalion]

Audio [Fragmento]Bogotá : Radiodifusora Nacional de Colombia, 1951.
Fonoteca Señal Memoria Colombia

Diego Marín
By: Soldado- Caldas
Rubén Dario Carmona
By: Equipo de sanidad - Caldas
Luis Evelio Correa
By: Soldado- Quindio
José Elio Arias Ospina
By: Soldado- Quindio
Santiago Gaona Cadena
Descendiente Raquel Andrade
By: Hija

Las batallas

Operación Nómada (1951. 10. 12)

El IX cuerpo del 8° Ejército de las Naciones Unidas decidió avanzar hacia la ciudad de Kumsong. La 24ª división de Infantería de los E.E. U.U, fue diseñada para esta operación incluida la participación del Batallón Colombia como parte del 21º regimiento y la cooperación de la 2ª y 6ª división del Ejército de la República de Corea.

Operación Cerro 400 (1952.05.21):

El Batallón Colombia participó como parte del regimiento 31 de la 7a división de Infantería del Ejército de los Estados Unidos. El Batallón estaba encabezado por el teniente coronel Alberto Ruiz Novoa y las compañías estaban dirigidas por el teniente Humberto Jaramillo y el subteniente Eduardo Arguello. En el día, el Batallón hacia actividades de patrullaje apoyado por tanques.

Operación Bárbula (1953.03.10):

La misión era tomar los cerros 180 y 177 y capturar prisioneros y equipo. El puesto fue ocupado por el regimiento No 423 del Ejército Chino. Algunos errores en la estimación del número de pelotones enemigos fueron significativos para los resultados.

Operación Old Baldy (1953.03.23):

El Batallón se trasladó al área de Dale y Old Baldy Hill para apoyar al Regimiento 31 del Ejército de los E.E. U.U. La Compañía A estaba dirigida por Augusto Bahamón. La Compañía C fue diseñada para defender la posición en Old Baldy mientras que la Compañía A estaba en Dale Hill. Sin embargo, el número de soldados chinos fue superior al del Batallón Colombia. El total de pérdidas fue de 245, entre muertos, heridos y desaparecidos.

Al frente
de la guerra

En la línea de fuego, los miembros del Batallón Colombia enfrentaron difíciles situaciones de guerra.
En sus recuerdos, además del reconocimiento a su valentía, quedan las largas noches de los combates, la solidaridad con los heridos, el dolor por la pérdida de compañeros, los movimientos y tácticas de los jóvenes del bando opuesto, las marcas de las heridas en sus jóvenes cuerpos, así como el miedo y la esperanza constante de un regreso ileso a la patria.

En medio de la inconmensurabilidad de la guerra, los recuerdos de quienes estuvieron en el ejército de las Naciones Unidas describen las dificultades del terreno, la pobreza de la península, la desolación del conflicto, la agresividad del clima, y enfrentamientos que como Old Baldy, quedaron grabados en su memoria

Hora de Comer. CortesíaFunvecorea

Vida cotidiana
En medio del cruce de disparos entre los bandos del norte y sur de la península, se entrecruzaba la cotidianidad del día a día. La necesidad de comunicarse con los seres queridos, la satisfacción de una buena ración de comida, o un cigarrillo en medio del frío hacían de la guerra algo más llevadero. Algunos de los veteranos narran cómo la presencia de un sacerdote católico fue para muchos un alivio para el alma, así como los días de descanso que tuvieron en Japón a su regreso, las relaciones amorosas que iniciaban por correspondencia o la satisfacción del sueldo recibido por su servicio.